Descripción Visual

Mural compuesto por un total de 11 paneles realizados sobre tela tejida a telar, los que se despliegan sobre un muro curvo, mostrando una secuencia de alternancia de color de soporte, entre tela cruda y negra, y de formato, donde aparecen dos módulos angostos siempre con fondo negro y uno ancho, siempre de fondo más claro, dos angostos, uno ancho, dos angostos, uno ancho y finaliza con dos angostos. Cada módulo presenta una superposición de capas de distintas telas, sobre las cuales se observan representaciones de pictografías indígenas del arte rupestre que representan figuras antropomorfas y zoomorfas relacionadas, principalmente, con escenas de caza realizadas en serigrafía/óleo. Se observa una secuencia de imágenes de huellas que atraviesan el total de los paneles, generando una línea ondulante que en algunos casos sube y en otros baja por las distintas telas. En los paneles negros con rojo se identifica la aplicación de espinas de cactus, las que también se disponen en el panel central, sobre una tela blanca, en su parte central.

Contexto histórico-político

Esta obra es el resultado de un concurso de arte público convocado por la Dirección de Aquitectura del Ministerio de Obras Públicas y la Comisión Nemesio Antúnez. La obra se encuentra en un espacio de circulación al interior del Aeropuerto Arturo Merino Benitez (edificio antiguo).

Biografia de la obra

“Este fue un concurso de obras de arte del Ministerio de Obras Públicas para este espacio en el aeropuerto de Santiago. Fue por invitación, e invitaron a muchos artistas, como 30, entre ellas a todas las textileras famosas como la Paulina Brugnoli, Tatiana Alamos y Andrea Fisher. Yo creo que gané el concurso porque no soy artistas textil, si no que soy artista visual y uso el textil como soporte y conceptualmente la construcción del textil. Yo jamás he tejido un textil. (…) Si uno mira en detalle esta obra se da cuenta que está todo pespunteado, todo numerado”.

Entrevista Nury González 2023.

La obra ha sufrido los deterioros propios de una zona de alto tráfico, debiendo ser restaurada el año 2012. En el documento, elaborado por la artista, que presupuesta dicha intervención, se señala que la obra será desmontada en su totalidad y trasladada a un taller donde se le hará limpieza, reforzamiento de costuras y reposición de las espinas (obtenidas en las inmediaciones del río Loa en el norte del país, por una arqueóloga) y los pesos, los que aparentemente han sido extraídos por las personas que circulan cerca de la obra.

Fuentes Bibliograficas

Nury González. Ficción de un origen. Fundación Gasco, Santiago, 2006 (p.28-29)