Historia de Cenizas
1999
Cuerpo, Palabra
Ficha de obra
N° de registro: NG-O-030
Fecha de creación: 1999
Año Exhibición: 1999
Fecha de exposición: 13 de octubre al 9 de noviembre
Nombre de la exposición: Historia de Cenizas
Lugar de la exposición: Galería Gabriela Mistral
Institución Organizadora: Galería Gabriela Mistral
Ciudad: Santiago
Pais: Chile
Tipo de exposición: Individual
Tipo de Obra: Instalación
N° de componentes: 120
Técnica - Material: 117 fardos de huaipe, textos sobre vidrio. Textos bordados sobre esterillas, marcos de madera rellenos con ceniza, dibujo lineal al muro. Texto a punto cruz bordado a muro
Dimensiones: Dimensiones variables
Propietario: Nury González
Descripción Visual
Instalación constituida por una serie de 117 fardos de huiape blanco dispuestos al centro de la sala en 7 filas de 13 fardos cada una. Sobre cada uno se observa un vidrio el cual lleva impreso el nombre de un objeto, que corresponde a prendas de vestir o elementos que se encuentran al interior de una casa. En las esquinas de la sala, se ubican cuadros con la forma del esquema de una casa, realizados en moldura de madera pintada negra y dos vidrios. Sobre el muro se proyectan las líneas que continúan con el diagrama de la casa, realizadas con pintura negra. Cada marco contiene en su interior ceniza y un paño blanco sobre el cual hay un cañamazo blanco bordado en punto cruz con un hilo de distintas tonalidades de rojo. El texto está enmarcado con un pespunte realizado a mano con hilo azul. Estos cuadros presentan tres textos distintos, pero todos comienzan con la palabra cuerpo, la cual está subrayada con hilo rojo.
Texto Artista
HISTORIA: narración y exposición verdadera de los acontecimientos pasados y cosas memorables. En sentido absoluto, se toma por la relación de los sucesos públicos y políticos de los pueblos, pero también se da ese nombre a la serie de sucesos, hechos o manifestaciones de la actividad humana de cualquier otra clase.
CENIZA: polvo de color gris que queda como resto de una cosa o cuerpo que se quema completamente; combustión total.
La ceniza para mi se asocia con los siguientes hechos:
UNO: a partir del 11 de Septiembre de 1973, día del golpe militar, Chile se transforma en un país que acumula cenizas, cenizas de edificios, de cuerpos, de historias, de tradiciones.
DOS: en 1990, año del advenimiento de la democracia en Chile, debí llevar junto a mi abuela, las cenizas de mi abuelo Modesto Andreu, un republicano español nacido en Reus, Cataluña. Las trasladé en un ánfora de cobre puesta en un canasto chilote, dentro de un bolso negro, para depositarlas en el cementerio de Mequinenza, el pequeño pueblo de mi abuela en España.
TRES: en 1991, la casa que siempre reconocí como mi casa, en el balneario de Las Cruces, se quemó totalmente una noche de invierno.
Nury González, Ponencia Seminario de Escrituras Americanas, Viña del Mar, sin fecha.
“No he podido dejar de pensar en la frase de Marx en su libro El 18 de Brumario de Luis Bonaparte : La historia se escribe dos veces, la primera como tragedia y la segunda como farsa.” Algo de eso me pasa con ver re-montada esta obra”.
Nury González, ponenica Matucana 100, sin fecha.
Contexto histórico-político
Para la artista esta obra se inscribe en un momento político donde nada se podía reconstruir. La hilacha del huaipe la utiliza como metáfora de la desintegración del país. Recuerda los cuerpos encontrados en Pisagua en los 90. La realidad política siempre está presente en la reflexión de la artista y aparece muy sutilmente en su obra, nunca de manera literal.
“En las cuatro esquinas hay una casa (marco con forma de esquema de casa) y los colores de los hilos y del paño están relacionados con el pabellón nacional. Marco de moldura para cuadro con un cañamazo sobre él va un paño con un pespunte de hilo azul. El texto está bordado con colores rojizos que fueron mezclados en una paleta de hilos, como en la pintura. Aquí se genera un desplazamiento de la pintura como lenguaje madre. El paño va entre dos vidrios para separarlo de la ceniza que está en el fondo. Por su peso, la ceniza se va moviendo y va generando nuevas grietas. Al centro hay 117 fardos de huaipe instalados en damero que al entrar se leen al revés y para leerlos había que rodearlos. Los fardos perimetrales referían a paños que están en la casa, funda de sillón, funda de ropa, cortina, todo lo que tiene que ver con la primera capa de una casa. La segunda línea tiene que ver con las telas que cubren externamente el cuerpo y luego los ropajes que van más internamente. (…) “. Cuerpo hay ahí, frase significativa del libro Escritura y temblor de Patricio Marchant, es un texto recurrente en su obra y muy importantes porque estuvo relacionada con la obra de este artista. En esta obra lo utiliza por primera vez. Decide incorporar un texto propio como parte de la exposición “No es la casa es mi alma que arde por los cuatro costados”, con el que por primera vez borda un muro, para lo cual generó un traspaso con papel calco. Esta es la tercera serie de casa, la primera fue el homenaje a Donoso, la segunda la obra que realizó en Paris para el proyecto Chile-Francia, y esta es la tercera. “La casa que contiene el cuerpo. La casa que contiene la casa, si uno mira la sala general ve que la casa contiene la casa. Paños que protegen el cuerpo y protegen la casa. La casa que contiene al cuerpo y la tela que contiene al cuerpo. El huaipe era muy importante para el oficio del grabado. Cuando uno entraba a la sala veía pequeños fardos de huaipe. Estos huaipes eran arrendados, igual que los de Matucana 100, a la misma fábrica, ubicada en el barrio Victoria. En este momento empezaron a aparecer hallazgos de Pisagua y el territorio se volvió lleno de cuerpos, de cenizas, la desintegración de todo, incluso el arte se había vuelto tan manierista, que lo único con lo que podía trabajar es la hilacha que no sirve para hacer tela, sino con la hilacha que se destina para el huaipe. Dejar la tela como soporte, todo se había roto y no se podía reconstruir. Las cenizas de los cuadros son de la Casa de Las Cruces”. Entrevista Nury González 2023.
Biografia de la obra
En una ponencia realizada en Matucana 100, Nury González advierte: “No he podido dejar de pensar en la frase de Marx en su libro El 18 brumario de Luis Bonaparte, ‘La historia se escribe dos veces, la primera como tragedia y la segunda como farsa’. Algo de eso me pasa con ver re-montada esta obra”.
Recogiendo estas palabras como un presagio, Historia de cenizas vuelve a montarse después de 25 años, evidenciando que el paso del tiempo en muchos casos no es compatible con los mecanismos productivos de sus obras.
La primera y única vez que se exhibió esta obra, en la galería Gabriela Mistral de Santiago, la instalación consideró un total de 117 fardos de huaipe, los cuales fueron arrendados en una fábrica que se encontraba en el barrio Franklin. Más de veinte años después, tanto la falta de demanda del producto como la dificultad para sostener una producción nacional obligaron a muchas fábricas a cerrar sus puertas y esta fue una de ellas.
Hace algunos meses Nury logró ingresar al edificio original de esa fábrica de huaipe, prácticamente abandonado, donde encontró a un antiguo operario con quien recordó la técnica, curiosa y muy artesanal, con la que se generó cada fardo de esa exhibición. Con una máquina hecha por los mismos trabajadores, las hilachas eran compactadas con gran presión en una especie de molde vertical, donde, entre tapas de cartón y cinchos plásticos, se daba forma a estos volúmenes.
En la actualidad ya no es posible conseguir estos fardos, por lo que la artista debió ingeniar un nuevo sistema de compactación y unión de pequeños volúmenes de huaipe que son los que se encuentran actualmente en el mercado, con los que nuevamente dio forma a la obra.