Descripción Visual

Obra formada por dos bastidores achaflanados, que quedan descubiertos en sus bordes laterales. Ambos están cubiertos por una tela de base y un paño de lana negra, realizada en telar de suelo. El panel de la izquierda presenta la imagen esquemática de una pequeña balsa cazando una ballena, repetida cinco veces, cada una impresa en negro sobre tela blanca, a su vez cosida sobre la lana negra. En el espacio que queda entre cada paño blanco con la imagen, se observa una secuencia de cinco espinas de cactus que pinchan la lana en forma diagonal. El panel de la derecha, presenta una secuencia de 5 imágenes esquemáticas de pequeña balsa cazando una ballena, dispuestas hacia abajo, impresas directamente sobre la lana negra. La parte inferior de cada ballena presenta cinco espinas de cactus dispuestas en diagonal. Sobre las dos ballenas superiores se dispone una tela roja rectangular, vertical, con pequeñas grafías en negro. Más abajo, las grafías continúan en impresión roja sobre la lana negra, llegando hasta la parte inferior de la tercera imagen de ballena. En el suelo, paralelos al muro, se dispone una secuencia de 14 ladrillos, que presentan una cuerda blanca y sobre ésta, al centro, un pedazo de pasta de greda. Al llegar a la esquina de la sala, se ubican 7 ladrillos más, manteniendo la misma distancia que los anteriores.

Texto Artista

“En esa búsqueda encontré en la casa de mi abuela telas que habían sido fabricadas originalmente para sábanas, a partir de cáñamo plantado, cosechado, hilado y tejido en el pueblo donde vivía en España y que habían cruzado muchas fronteras hasta llegar a Chile. Coincidentemente —y eso pasa en el arte cuando se está obsesionado por algo y ponemos atención sobre algo en particular— comencé a ver cosas que antes no había visto. En la esquina de mi taller había una cooperativa campesina que operaba como ONG e intentaba proteger las artesanías tradicionales de distintas comunidades del país. En ese lugar encontré una tela proveniente de Arica llamada sabanilla, producida sólo por hombres, en telar de suelo. Lo que me llamó la atención fue que esas sabanillas estaban dispuestas en altos y dobladas de forma similar a las sábanas de mi abuela. La única diferencia aparente era que esas eran de lana y las de mi abuela de hilo de cáñamo. Empecé a obsesionarme por las calidades y cualidades de las superficies tejidas y a comprar todas la telas que llegaban al lugar. Eran cada vez más irregulares y difíciles de conseguir porque los hombres ya se estaban dedicando mas al cultivo de la coca”. Nury González. Fragmento de entrevista en revista Textil, sin fecha.

“Yacimientos impresos en espacios de trapo. Manos como huesos de alas de pelícano. Pies diminutos de plomo. Un conejo dándose a la fuga encandilado por un auto en una carretera a media noche. Lo que se teje de atrás para adelante en el lienzo de pintura. Y rasmilla la piel del propio cuerpo como el sol rasmilla los huesos. Un manto cubre el cuerpo de la ballena a la luz de la luna. Lienzo de pintura. Funerario”. Texto de fuente desconocida asociado a la imagen de esta obra.

Biografia de la obra

Esta exposición es concebida como un todo, como una gran instalación, pero cada pieza puede funcionar autónomamente. Los textiles blanco, rojo y negro, fueron adquiridos por la artista en la ONG Manos Campesinas, quienes comercializaban productos de fabricación nacional. El taller de Nury quedaba en la calle Santa Filomena, en el barrio Bellavista, cerca de donde ellos funcionaban. Les compraba las telas de lino con las que empezó a trabajar. En esta época empieza a reflexionar sobre los soportes de la pintura.

“Yo iba a exponer con Rodrigo Vega, pero al final él fue para un lado y yo para otro y cada uno tuvo un pequeño catálogo diferenciado”. Entrevista Nury Gonzñalez 2023.

Para esta exposición Eugenio Dittborn le escribe un texto titulado “Gruta de arena para acumular”. La portada y contraportada del catálogo presentan una foto de la casa familiar de Las Cruces quemada. El incendio fue en 1991. “Sobre esta fotografía impresa en la portada del catálogo de la exposición DE PIES Y MANOS, que realicé el año 1993, se puede leer el siguiente texto: «Esta fotografía registra el estado en que quedó mi casa, ubicada en el Quirinal del balneario de Las Cruces, después del siniestro que la afectara completamente en agosto de 1992». «En esta casa diseñada por Joshua Smith a comienzos de siglo, pasé todos los veranos y los inviernos de mi vida. En ella se ubicaba, desde hace algunos años, mi bodega de recolección de objetos, que he venido usando como partes en todas mi obras. Lo más valioso de este archivo era, sin duda, una selección de conchas de diferentes moluscos, y piedras con toda clase de signos indescifrables. También guardaba cientos de ramitas, semillas, herramientas y objetos en desuso». «Aprovechando la fácil cercanía entre fotografía y memoria, quiero recordarme, mediante esta portada, de mi propia biografía. Asimismo, saldar un largo duelo provocado por una trágica combinación del fuego, el aire, el agua y las cenizas». Nury González, Fragmento de “Colapso de un origen”, en Taxonomías (textos de artistas), 1995.